jueves, agosto 17, 2006

Yo respaldo, Tu respaldas, El...

Después del incendio que sufrió AustroInternet el pasado 15 de agosto, se nos manifiesta en toda su potencia la necesidad de saber conjugar el verbo Respaldar, pero además se le debe agregar un par de adjetivos: Constante y Seguro.

Un respaldo que no se realiza en forma constante, la verdad, no sirve de mucho a la hora de restaurar un sistema a su estado de funcionamiento inmediatamente anterior a la ocurrencia del siniestro. Y no estoy hablando necesariamente de incendios, la fatalidad puede llegar de la mano de muchas circunstancias impredecibles que incluyen fenómenos naturales, fallas mecánicas, eléctricas etc..., sin dejar de lado la intervención humana que, con intención o sin ella puede provocar desastres en la integridad de nuestros valiosos datos. Dado el carácter azaroso de estos eventos destructivos, no existe nada en el ambiente que nos permita decidir el momento de hacer un respaldo antes de la ocurrencia del desastre, por lo tanto se debe respaldar en forma constante, tan simple como eso.

La seguridad del respaldo es también un punto crucial. Es muy común que se hagan respaldos, incluso bajo planes adecuados, pero estos se guardan en un disco duro en la misma red donde los sistemas funcionan. Esta práctica solo brinda un nivel mínimo de seguridad, el que ante eventos como un incendio es igualmente inútil que no tener respaldo alguno.

Como norma básica los respaldos deben ser realizados sobre un disco duro de la red, que servirá de base para la restauración del sistema en caso de eventos menores; luego, una imagen de este disco se grabará en CD o DVD, y estos se almacenarán en un lugar FUERA de las instalaciones de la empresa. El grado de seguridad del almacén que se elija dependerá de la importancia que para la empresa tienen los datos respaldados. Mientras Ud determina qué tan importantes son sus datos y cuál debe ser el nivel de seguridad del almacén, simplemente guarde los respaldos en su casa, eso ya es algo.

Finalmente debo manifestar mi admiración por la gran capacidad de recuperación demostrada por AustroInternet frente a la catástrofe ocurrida.